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sábado, 12 de abril de 2014

Semana santa vs Semana de turismo

        Estamos comenzando la Semana Santa, hay mucho movimiento en todas las rutas, las ciudades están quietas, los comercios, en su mayoría, cerrados. ¿Que es tan trascendente para parar y movilizar a medio país por una semana entera? ¿acaso hay algo relevante en esta semana? 

          Vivo en Uruguay. Aquí se le llama Semana de Turismo. si  buscas en google, encontrarás "Semana de Turismo es la denominación oficial en Uruguay a los cinco días que coinciden con la Semana Santa de la liturgia cristiana. Ese nombre tuvo su origen cuando el Estado uruguayo terminó de formalizar su separación de la Iglesia Católica, según la Ley del 23 de octubre de 1919."
          Aquí en Uruguay semana de turismo no es otro nombre de semana santa, no se celebra nada, solo son días libres en los que se los dedica a pasear o a estar en casa. Solo es una semana que "coincide" con semana santa. Con un evento religioso de una iglesia.
          Pero si vamos a la realidad, de lo que significa la semana santa nos encontramos con algo sumamente importante, con algo muy profundo. La semana santa el es recordatorio de la última semana de nuestro Señor aquí en la tierra. Mucho más allá de las denominaciones religiosas o de las filosofías humanas, lo que ocurrió en esa semana es de suma importancia para nosotros.
         Los evangelios nos cuentan con detalles la escena. Cristo, el Redentor del mundo, vivía las escenas finales del gran conflicto que llevaba milenios, todavía el  mal tenía esperanzas de vencer en el conflicto. Transcurrida gran parte de la semana llegamos al jueves por la noche del año 30 DC. 
         Allí lo encontramos postrado, sumido entre las sombras, a Aquel que con su voz fundo la tierra, que con sus propias manos dio forma al ser humano, que soplo en su nariz el aliento de la vida y este se tornó un ser viviente. (parafraseo una cita del capítulo "Getsemaní" de el DTG, EGW)
         Allí encontramos a Aquél que había guiado al pueblo de Israel por tantos siglos, Aquel a quien prefiguraban todos los sacrificios y en quien se cifraban todas las esperanzas de una raza condenada  a la muerte  eterna. Allí orando solo. Sus más cercanos estaban a unos metros, Él les había pedido que lo acompañaran que orasen por el, pero ellos duermen. Él cargando sobre si el peso de la culpabilidad de un mundo caído. El inocente, cargando con las consecuencias de la iniquidad de los culpables. Aquel que por la eternidad había sido uno con el Padre, ahora estaba separado de Él, ahora se contaba con los transgresores, ahora enfrentaba solo todo el rigor de la justicia.        Anhelaba tener para si a un intercesor, pero no había ninguno. La copa del sacrificio tembló en su mano, el destino de la raza condenada pendía de un hilo, y allí el universo entero estaba esperando a ver que decisión tomaría. Si el inocente pagaría la transgresión de la humanidad y moriría la muerte que el culpable merece, sin esperanza y sin intercesor, enfrentando el Juicio de Dios.         Allí, postrado vio que los pecadores se enfrentarían solos al juicio de Dios, sin intercesor, dominados por el pecado, impotentes, sin misericordia, vió a la humanidad esclavizada bajo el poder de las tinieblas y su decisión quedó hecha, salvaría al hombre sea cual fuere el precio. 
         Allí tantos siglos atrás quedó abierta la puerta de la salvación para nosotros, y nosotros tan pendientes de a donde vamos a viajar en "turismo"... Dios anhela que su enorme sacrificio, sea válido para nosotros. La salvación del hombre costó un precio infinito, la vida del mismo Dios. pero solo puede ser eficaz para mi si la acepto. Solo así tendrá relevancia para mi esta semana. 
         Que no sea una semana más, que no sea de "turismo", que sea realmente para recordar lo que costó la libertad que hoy tenemos, la libertad de elegir ser salvos o perdernos para siempre.


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