Estamos comenzando la Semana Santa, hay
mucho movimiento en todas las rutas, las ciudades están quietas, los comercios,
en su mayoría, cerrados. ¿Que es tan trascendente para parar y movilizar a
medio país por una semana entera? ¿acaso hay algo relevante en esta
semana?
Vivo en Uruguay. Aquí se le llama Semana de Turismo. si
buscas en google, encontrarás "Semana de Turismo es la denominación oficial
en Uruguay a los cinco días que coinciden con la Semana
Santa de
la liturgia cristiana. Ese nombre tuvo su origen cuando el Estado
uruguayo terminó de formalizar su separación de la Iglesia Católica, según la Ley del 23 de octubre
de 1919."
Aquí en Uruguay semana de turismo no es otro nombre
de semana santa, no se celebra nada, solo son días libres en los que se los
dedica a pasear o a estar en casa. Solo es una semana que "coincide"
con semana santa. Con un evento religioso de una iglesia.
Pero si vamos a la realidad, de lo que significa la
semana santa nos encontramos con algo sumamente importante, con algo muy
profundo. La semana santa el es recordatorio de la última semana de nuestro
Señor aquí en la tierra. Mucho más allá de las denominaciones religiosas o de
las filosofías humanas, lo que ocurrió en esa semana es de suma importancia
para nosotros.
Los evangelios nos cuentan con detalles la escena.
Cristo, el Redentor del mundo, vivía las escenas finales del gran conflicto que
llevaba milenios, todavía el mal tenía esperanzas de vencer en el
conflicto. Transcurrida gran parte de la semana llegamos al jueves por la noche del año 30 DC.

Allí encontramos a
Aquél que había guiado al pueblo de Israel por tantos siglos, Aquel a quien
prefiguraban todos los sacrificios y en quien se cifraban todas las esperanzas
de una raza condenada a la muerte eterna. Allí orando
solo. Sus más cercanos estaban a unos metros, Él les había pedido que lo
acompañaran que orasen por el, pero ellos duermen. Él cargando sobre si el
peso de la culpabilidad de un mundo caído. El inocente, cargando con las
consecuencias de la iniquidad de los culpables. Aquel que por la eternidad había sido uno con
el Padre, ahora estaba separado de Él, ahora se contaba con los transgresores,
ahora enfrentaba solo todo el rigor de la justicia. Anhelaba tener para si a un
intercesor, pero no había ninguno. La copa del sacrificio tembló en su mano, el
destino de la raza condenada pendía de un hilo, y allí el universo entero
estaba esperando a ver que decisión tomaría. Si el inocente pagaría la transgresión
de la humanidad y moriría la muerte que el culpable merece, sin esperanza y sin
intercesor, enfrentando el Juicio de Dios. Allí, postrado vio que
los pecadores se enfrentarían solos al juicio de Dios, sin intercesor, dominados
por el pecado, impotentes, sin misericordia, vió a la humanidad esclavizada bajo el poder de las tinieblas y su decisión quedó hecha, salvaría
al hombre sea cual fuere el precio.

Que no sea una semana más, que no sea de "turismo", que sea realmente para recordar lo que costó la libertad que hoy tenemos, la libertad de elegir ser salvos o perdernos para siempre.
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