"´Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia´.
El sentido de indignidad conducirá al corazón a tener hambre y sed de justicia, y ese deseo no será frustrado. Los que den un lugar a Jesús en su corazón, llegarán a sentir su amor. Todos los que anhelan poseer la semejanza del carácter de Dios quedarán satisfechos. El Espíritu Santo nunca deja sin ayuda al alma que mira a Jesús. Toma de las cosas de las cosas de Cristo y se las revela. Si la mirada se mantiene fija en Cristo, la obra del Espíritu no cesa hasta que el alma queda conformada a su imagen. El elemento puro del amor dará expansión al alma y la capacitará para llegar a un nivel superior, un conocimiento acrecentado de las cosas celestiales, de manera que no descansará hasta alcanzar la plenitud. ´Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados´".
"El Señor afirma los pasos de Justo,
y aprueba su camino.
Aunque caiga, no quedará postrado,
Porque el Señor sostiene su mano."
Salmo 37: 23, 24.
Me encanta el hecho de que Cristo nunca nos va a dejar sin la ayuda necesaria para que podamos mantener la mirada puesta en Él. !Es un Genio!
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