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martes, 29 de abril de 2014

intención criminal...un propósito divino!

         
         Llueve torrencialmente. Estaciono mi auto sobre la vereda de frente a la iglesia donde en pocos minutos tengo que predicar. Continuo mi charla con mi hermano, en eso una señora pasa frente al auto y se acerca a mi ventana y me dice con voz entrecortada: "perdón, tengo 53 años, soy una mujer de bien...estoy aterrada." puse en espera la llamada y le pregunto que pasa, ella temblando me dice "vivo más allá podrías llevarme?" y yo le dije que subiera, mientras enciendo el auto ella se sube y me dice "vivo acá hace cuatro meses y me van encañonando 3 veces" (encañonar es una jerga que se refiere a un asalto con un arma de fuego), "me acaban de encañonar hace menos de 5 minutos" "no tenes idea de lo que es vivir aterrada". 
           Ahora en marcha y más calmada me pregunta quién soy, le respondo que me llamo Santiago, soy pastor. A ella se le ilumina la cara y me dice "no puede ser! estaba desesperada por hablar con un pastor". "Desde hace tiempo que estoy pidiendo ayuda, han quedado de varias iglesias en venir  a verme y ayudarme y nadie se acerca. Mientras avanzamos nos adentramos a un barrio que es una boca de lobo, sin luces, calles angostas, baldíos y asentamientos, para mis adentros pienso "no es raro que la hayan robado tantas veces aquí..." Pero empece a reconocer el lugar, por allí había pasado hoy! "aquí vive un hermano de mi iglesia, y allí otro!"
            Llegamos al lugar donde vive. "por favor, vení mañana, necesito hablar contigo". Yo marco en el gps el lugar y en mi agenda la hora. "En mi casa pasan cosas extrañas..." 
           Oramos y nos despedimos. Mientras regreso a la iglesia donde me esperan los hermanos pienso en como la necesidad del ser humano es la oportunidad de Dios para extenderle su gracia. Nos cruzamos día a día con personas desesperadas y aterrorizadas y no nos percatamos de ello. Si ella no se hubiera acercado a hablarme, yo, sumido en mi conversación, ni la hubiese notado. Esta mañana oré a Dios que pusiera en mi camino a alguien a quién pudiese ayudar, y lo hizo de una manera extraordinaria. 

          Vengo a casa reflexionando sobre esto y me detengo mirando una segunda escena. Un patrullero corta la calle, me desvío y paro a observar, con el agua distorsionando las luces no veo, bajo la ventanilla. Una moto, a unos metros un manto negro cubre un cuerpo. No hay ambulancia. Quedo un par de minutos mirando la escena mientras pienso "¿habrá aceptado las oportunidades de encontrar a Dios?"
           No hay casualidades, Dios busca encontrarse con sus hijos, no dejes pasar oportunidades.
           Para ella, la intención de un criminal. Para Dios, un propósito divino. Para él, un desafortunado día de lluvia.

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