Translate!

lunes, 28 de abril de 2014

necesitas vivir una doble vida!

            De repente alguien se acerca a ti sonriendo y te extiende la mano ofreciéndote un obsequio. En tan solo un segundo, lo miras, miras su ropa, tratas de leer en su rostro cuál es su intención. Piensas “nadie te regala nada ¿que se trae entre manos?” Ahora miras lo que te ofrece, dudas en aceptarlo, sin embargo él insiste en que es un obsequio, ante la duda lo rechazas y sigues caminando. ¿Te suena familiar esta escena?
Estamos acostumbrados a desconfiar de la gente. Vivimos en una sociedad que ha creado seres de dos caras e incapaces de confiar en alguien. No concebimos la idea de que alguien pueda regalarnos o hacer algo bueno por nosotros solo por el hecho de hacerlo, creemos que siempre hay una segunda intención por detrás, que por lo general es así.
Cuando algún desconocido se acerca a nosotros ya estamos mentalizados a decir que no. Si viene bien vestido seguro es un religioso que quiere “convertirnos” o es un vendedor. Si es alguien que está mal vestido enseguida pensamos que nos viene a robar o a pedir una moneda, y estamos más determinados a decir que no.
A veces en la calle voy mirando a la gente y tratando de leer en su rostro algo que me diga quienes son. Pero a veces las apariencias engañan. Nos estamos haciendo cada vez más expertos es vivir de forma doble. En ocultarnos tras las apariencias, en no ser transparentes.
¿Y qué pasa en el mundo cristiano? ¿No se supone que debe ser transparente un cristiano? Pero en las iglesias esto se ha transformado en un arte, hay profesionales en vivir vidas dobles.
Y el cristiano debe vivir una vida doble! ¿Cómo!? Si. Debe vivir una vida doble! Y antes que me apedrees déjame explicarte.
El cristiano debe vivir una vida doble, que parte su vida espiritual. De su relación con Dios, debe buscar ayuda, orientación, la guía de Dios, muchas veces estar en silencio en su presencia y recibir todo cuanto pueda de Dios. Debe ser como una esponja, absorber  mucho de Dios. Luego al estar con otros esta escena debe cambiar, debe escurrir todo aquello que absorbió, le toca hablar lo que escuchó, le toca dar lo que recibió. Ahora es él quién transmite el conocimiento y la gracia que recibió de Dios. Es una vida doble. La primera, en la intimidad, una vida de contemplación de la grandeza de Dios. En la segunda, en la comunidad, una vida que transmita y demuestre la eficacia de la gracia de Dios.

¿Pensaste que hablaba de vivir una vida doble en el sentido de ser un lobo vestido de oveja? No, eso no. Jamás un cristiano debe vivir ese tipo de doble vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario