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martes, 20 de diciembre de 2011

"el verbo...nuevamente se hizo palabras..." (Art)

¿Te has encontrado con alguien que te ha dicho “leí la biblia pero no entendí nada”? este es un problema bastante común cuando uno empieza a compartir la biblia, muchos reconocen que es algo difícil, que es algo que no entienden. Pero ¿el problema en donde se encuentra? ¿La biblia es un texto difícil? ¿Es complicado? Muchas personas tienen el preconcepto de que es difícil pero nunca se han puesto a leerla siquiera. Algunos solo han leído una porción, y justo apocalipsis, asustados por los acontecimientos del mundo comienzan a leer apocalipsis y terminan más confusos que antes. Otros simplemente se han quedado con el comentario que alguien alguna vez les dijo “la biblia es difícil de entender” y se quedaron con eso. Otros se mantienen en el consejo de sus guías espirituales que les dicen que solo unos pocos intelectuales o iluminados son capaces de entenderla y ellos les dirán que es lo que deben hacer.
Fuere cual fuere el hecho para muchas personas la biblia representa un gran signo de interrogación. Para muchos tiene una connotación negativa, llena de restricciones y pesadas cargas que no les permitirán la vida a su gusto. Para otros la biblia representa la caja de pandora, no saben lo que hay adentro pero no se animan a abrirla por miedo a  lo que pueda salir de ella. Para otros esta representa la palabra de Dios, pero ellos por ahora no la ven como necesaria. Son solo unos pocos que no la ven como un documento más, sino como la palabra vigente y autoritativa de nuestro Dios. Y es el deber de cada creyente comunicarla a toda persona, Jesús dijo “id y haced discípulos enseñándoles todo lo que les he mandado…” (Mateo 28: 18) Jesús pidió que se debiera enseñar lo que él había transmitido y las enseñanzas de los profetas.
El mandato de Jesús representa un desafío para la iglesia, llevar el evangelio del reino y predicarlo. Pero el evangelio es basto, ¿cómo hacerlo? ¿Por dónde empezar? El solo hecho de dar un estudio bíblico atemoriza a muchos cristianos, pero ¿esto porque? Es un hecho bien sabido que la biblia no tiene un orden temático ni doctrinal, sus enseñanzas y doctrinas están distribuidas por todas sus páginas. Es tarea de la iglesia estudiarla y reunirlas.
Dentro de la teología hay una rama que se conoce como teología sistemática. Teología sistemática es por lo tanto, la división de la teología bajo sistemas que explican sus diversas áreas. Por ejemplo, muchos libros de la Biblia dan información acerca del Espíritu Santo. La teología sistemática toma toda la información sobre el Espíritu Santo de todos los libros de la Biblia, y la organiza dentro de un sistema: Pneumatología. Eso es de lo que trata la teología sistemática, organizar las enseñanzas de la Biblia en sistemas de categorías. Entonces de esta manera tenemos una enseñanza o doctrina, El espíritu santo.  Porque se ha estudiado todo lo que la biblia dice referente a ese tema específico y se ha llegado a una conclusión derivada de la misma. Esto es lo que la teología sistemática estudia y de esto se encarga, de formular las doctrinas.
Pero ahora tenemos otro problema, uno que se refleja en una célebre frase de un importante teólogo, Karl Barth,  “Y la palabra se hizo carne…y gracias a los teólogos, nuevamente se hizo palabras.” Muchas personas toman libros y escritos de teología y los hallan sumamente complicados, esto es una realidad, hay muchos teólogos que toman un texto sencillo y lo hacen tan complicado que no se entiende ni que fue lo que quisieron decir, muchos tienen el concepto de que un documento es más importante o más intelectual cuanto más complicado es.  Y eso se deja ver en sus obras. Por otro lado tenemos aquellos que toman un texto y lo simplifican de tal forma que uno entiende claramente cuál es su significado, estas obras son mejor recibidas que las primeras, de la misma manera serán recibidas nuestras palabras si son sencillas.
Es un hecho que muchas personas al dar un estudio bíblico intentan impresionar a su catecúmeno con sus conocimientos y hacen alarde de ellos dando largas explicaciones y usando los términos más complicados que ellos conocen o que han leído o escuchado. De esta manera la persona no entiende nada… este no es el objetivo. Cuando Cristo anduvo por la tierra enseñaba por medio de parábolas, de esta manera las personas podían encontrar el significado de sus palabras por medio de las cosas sencillas de la vida. Jesús hablaba con tal sencillez que hasta los niños entendían sus palabras y enseñanzas, pero aún así representaba un desafío para la mente más erudita.
La palabra de Dios debe ser presentada con la máxima sencillez posible, no hay merito en enseñarla si no se la entiende. No tenemos que presentar el evangelio de una manera que sea difícil, que sea complicado. No debemos demostrar todo lo que sabemos, no es necesario, a las personas les basta con encontrar a Cristo no a un teólogo que le enseñe teología. Cuando nos acercamos a los incrédulos nuestra vida y ejemplo vale más que aquello que sabemos.
Como iglesia hemos estudiado la biblia y hemos arribado a las doctrinas fundamentales y a las enseñanzas que la palabra de Dios nos transmite, así como la teología sistemática se ha encargado de hacer que temas difíciles sean accesibles y sencillos de entender, así nosotros debemos hacer, buscar las maneras más simples de comunicar el mensaje, cuanto más claro y simple sea una explicación será mejor recibida que una larga, enredada y erudita explicación. No podemos negar que hay temas que exigen largas respuestas y hasta complicadas, pero cuando más simples las hagamos mejor recibidas serán.
El evangelio de Cristo debe ser predicado a todo el mundo pero cuando más tiempo demoremos explicándolo más tarde terminaremos. Procuremos como cristianos la sabiduría que proviene del cielo (Santiago 1: 5) mediante la cual Dios nos dará las palabras para presentar el evangelio de la manera más practica y sencilla como sea posible. Y de esta manera el cristianismo sera sencillo pero poderoso, consecuente con la palabra de Dios.


Paulo Benitez 

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